jueves, 22 de marzo de 2012

CONTEXTO DE LA ÉPOCA PREHISPÁNICA


México–Tenochtitlan se fundó hacia el año 1324 d.C. en un pequeño islote.  Las construcciones iniciales fueron sumamente modestas y el apogeo constructivo ocurrió durante el periodo de Moctezuma I, siendo el Templo Mayor la obra más importante. A la llegada de los españoles la Ciudad tenía 13 km² de superficie y cerca de 60 000 habitantes.

La ciudad se fue expandiendo sobre el lago, las personas se transportaban por lanchas a través de canales y puentes, que conectaban diferentes islotes urbanos, los cuales estaban asociados a los montículos o cerros naturales que emergían del interior del lago. Los montículos y en los islotes asociados a las casa de los nobles y principalmente de los emperadores, se situaban hermosos  jardines, en donde se cultivaban plantas nativas y exóticas, además de algunos cultivos agrícolas. Muestra del desarrollo de la jardinería en la época prehispánica, se encuentran los vestigios que dan fe de varios jardines instalados por Nezahualcóyotl, en el área de Texcoco, quien impulsó notablemente el cultivo de plantas. También se han documentado ampliamente la importancia que en la antigüedad tenían las “chinampas”, que consistían en superficies flotantes formadas por varas y troncos donde se sostenía una capa de tierra de gran fertilidad, en donde se practicaba la horticultura y fruticultura, así como la producción de plantas ornamentales. Los antiguos pobladores también reconocían algunos servicios importantes para la ciudad y que derivaban de la protección de las áreas verdes, muestra de ello es el Bosque de Chapultepec, que era considerado uno de los bosques sagrados más importantes, sobresalía por su vegetación y de sus manantiales se derivaba el agua que era utilizada en la ciudad de Tenochtitlan.

Entre las especies de árboles y arbustos que se podían encontrar en el valle de México, destacan: los aguacates (Persea gratissima), los tejocotes (Crataegus mexicana) y los capulines (Prunus serotina subsp. capuli). Las plantas ornamentales estaban representadas por varias especies como acacias (Acacia spp.), yucas (Yucca spp.), helechos (varios géneros), palmas (varios géneros), ceibas (Ceiba spp.), el cacaloxochitl (Plumeria alba) y multitud de flores vistosas. También se encontraban diversas plantas medicinales como el bálsamo de las Indias (Myroxlon sp.) y el árbol flor de manita “macpalxochitlcuahuitl” (Chiranthodendron pentadactylon), este último conocido por sus efectos tónicos para el corazón (Nuttall, 1923). 

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